Contra el amor

1. Prueba de color de "Enamorados" (creación digital)

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El instinto de reproducción es tan intenso que nos puede impulsar a locuras tales como la invención del amor. Esa jaula que construimos alrededor de nuestra presa a la que llamamos amor, no es sino un instinto de doblegamiento fuerte, devastador, capaz incluso de engañarnos a nosotros mismos, que nos justifica en el ejercicio de vedar la libertad del objeto de nuestro amor.

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Ahora bien: aunque a todos nos guste tener una exótica fiera salvaje bien domesticada...¿a quién no le gustaría tener dos? Es por esto que no creo en el amor del que habláis; es sacrificio. Tanto para el doblegador como para el doblegado. Por ello, propongo la aniquilación del sacrificio en el amor. ¿Qué nos queda entonces? Sí, la amistad. El resto, solo es poesía. Nada viable.

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Para mí, el amor no es un paso más respecto de la amistad sino al revés. Es amistad obligada. Algo contra natura y, por ende, inadmisible. A la amada se la engaña para mantenerla enamorada. A la amiga, sencillamente, se la admira.

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La amistad es virtuosa, desinteresada, dadivosa. El amor parte del complejo del ser incompleto; un abominable ejercicio de simbiosis en el que subyace el fuerte sentimiento de inseguridad que experimenta el hombre débil. El amor es un trémulo y endeble "te necesito", frente al vigoroso y ambicioso"te quiero" de la amistad. La propia construcción del "te quiero" nos deja ver ocio, vicio, ambición, admiración, virtud. La construcción del "te necesito" -o su poético amigo el "te amo"- solo nos señala, por definición, necesidad, miseria, debilidad, inferioridad.

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Se puede mantener, perfectamente, una relación de amistad carente de límites físicos y/o morales sin prostituirla ante la obligación del amor.

¡No seré fiel sino leal!

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Dabo

[ Känzer Zyesio ]

el_astronauta_kz@hotmail.com