
.
.
.
Gracias a internet cualquiera puede tener una página web y, una vez más, la humanidad ha convertido una ventaja en un inconveniente. La expansión de la red a todos los hogares ha sido un gran logro, sin duda, pero hay un problema:
.
Las personas que debían hablar, ahora tienen mayor facilidad para hacernos llegar su mensaje.
Las personas que debían escuchar, ahora tienen mayor facilidad para expresarse.
.
Ya nadie quiere leer y todos creen estar dotados para escribir. Todos creen interesante, pertinente y veraz su mensaje. La red está, cada día más, infestada de amenos 'diarios' ilustrados, escritos con faltas de ortografía y lenguaje abreviado, poesías tristes -con un más que cuestionable esquema rítmico- de temática gótica/romántica salpicadas por espantosas fotografías de lágrimas o rosas negras y demás bazofia actual que rebaja la utilidad de la red más que la pornografía infantil.
.
.
Tengamos un poco de responsabilidad. Que de pequeños nos enseñen a todos a escribir tiene como finalidad que sepamos hacerlo con corrección cuando sea preciso, no que nos aventuremos en ello solo por tener la oportunidad de hacerlo. Es, el escribir, un delicado arte consecuencia directa del pensar, algo, estimada audiencia, que no ocurre en tantas cabezas como querríamos.
Si el éxito de un dibujo está condicionado por un buen boceto, el éxito de un texto estará condicionado por un buen pensamiento. Escribir no es sino calcar, en la medida de lo posible, pensamientos. No se puede calcar algo que no está ahí.
.
Con un uso responsable de internet evitaríamos dominios ya registrados por gente plana y ahorraríamos el tiempo que desperdiciamos pinchando en las direcciones que nos aparecen en los buscadores y que, a menudo, no son más que una memez bastante prescindible y carente de relevancia que contenía la palabra que buscábamos. En su lugar encontraríamos millares de textos interesantes porque habría un mayor porcentaje de páginas dignas y, por tanto, una mayor probabilidad de acceso a ellas.
.
.
A nadie le molesta reconocer que compra música porque no sabe componer pero, cuando se trata de escribir, todos se apresuran a humedecer su pluma como si tuviese algo de malo leer. Caballeros, también para pensar hace falta talento.
Si no sabes componer te compras un disco; si no sabes escribir haces un blog para contar nada. Haces perder el tiempo.
.
Mientras la lógica se impone solo nos queda esperar y seguir visitando la web de la mercería de la esquina (hay rebajas) o el trepidante blog del frutero del barrio para saber con quién ha quedado este fin de semana. Señores, internet tiene una función más amplia que marujear y cotillear como porteras. En un futuro el mundo se dará cuenta.
.
.
.
Dabo
[ Känzer Zyesio ]