jueves, 10 de mayo de 2007

Carne o aire

1. Elefante (creacón digital)
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Dios ha muerto. Ya solo queda lo que existe; y más nos valdría adorar a un animal que seguir rezando a ciertos ídolos huecos. No hablo de esa vieja y carcomida fe que ya nadie profesa en el Templo sino de todo ese sentimiento que ha permanecido fuera de él sin que nadie lo barra de las calles y las lenguas. Hablo de esa doctrina que hasta los ateos de hoy practican: la de enumerar sentimientos y nombrar con palabras las relaciones entre personas. La gente de hoy día ha entendido que Dios ha muerto pero ha aceptado, inconscientemente, que haya sobrevivido su amor por los hombres. Tal amor, como toda esa sarta de sentimientos prefabricados para dominar la voluntad de los hombres, son tan falsos como el Altísimo. No existen.
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No conozco sentimiento previo al origen de las religiones como no conozco verdad posterior. Las religiones, y su candado maldito, la moral, han creado un escaparate de conceptos. Dejemos de lado todo ese pútrido tumor cerebral y comencemos a prestar atención a ese bocado de carne fresca que es la vida.
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Es decir, dejemos de pensar en sentimientos y sintamos.
Si tiene nombre no es un sentimiento sino una cadena.
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Dios ha muerto y ya solo quedan dos caminos: carne o aire.
Los que vivan espiritualmente del aire asciendan a su cielo.
Los que vivan la religión de la carne pueden quedarse en el caldero.
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Dabo
[ Känzer Zyesio ]

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