jueves, 10 de mayo de 2007

No pasar por el mundo de puntillas

1. Boceto de Choza en Cayo Coco (color digital)
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El hermitaño vive solo para meditar.
El virtuoso piensa a solas para, luego, vivir mejor con los demás.
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El borracho bebe para olvidar su vida.
El virtuoso olvida la muerte para beber tranquilo y de forma completa.
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El pobre roba lo necesario para comer.
El virtuoso primero come, y luego toma cuanto desea de quién sea para gozar.
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No hay ninguna virtud en vivir apartado, pensando todo el tiempo, evadiéndose de la propia vida y tomando únicamente lo necesario para subsistir. El virtuoso no necesita protegerse del contacto con sus inferiores, como no necesita ser parco en los desafíos a la muerte ni, mucho menos, comedido a la hora de extraer los placeres de la Vida.
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La valentía del virtuoso le obliga a no pasar por el mundo de puntillas.
La huella del virtuoso es, por necesidad, profunda e imborrable.
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Dabo
[ Känzer Zyesio ]

1 comentario:

Jen dijo...

Hey hermano! He echado un vistazo a tu blog y me parece cuanto menos inquietante, sin ser carente de interés. Te añadiré al feed a ver con qué más nos sales. Visitanos a Juan y a mi en http://ideasydesvarios.blogspot.com